lunes, 28 de febrero de 2011

El encuentro con el coronel

    
                      El encuentro con el coronel

                                                     17

       Los días iban pasando dentro de la dura disciplina del ejército de la cual, tanto Pepe como yo en buena medida nos liberábamos de ella. Pepe solamente iba por la mañana a la enfermería para atender la consulta médica que tenía asignada. Yo  tenía total libertad, pero iba a dormir al cuartel y algunas veces a comer.

El frío cada vez se iba haciendo más intenso, el ruido y reflejos de las navidades ya sonaba por todos los rincones de la ciudad a la vez que el cuartel iba quedando más vacío por el permiso que le daban a los soldados para que pasaran las navidades en sus casas con los familiares. Yo prefería quedarme en el cuartel y adelantar los relieves del arcón que, por otra parte, les urgía  que los acabase. Había marchado de la casa materna siendo un adolescente y siempre me había sentido del lugar en que me encontraba. Era como una   hoja que se desprende del árbol de la vida empujada por desconocidos vientos, en un resbalar de mano en mano.

–Tienes que venir a pasar las navidades con nosotros, –me indicaba pepe– incluso té quedas a dormir en casa.

–No, imposible  –pensaba– no quería entrar en otras vivencias familiares en unas fiestas tan íntimas y profundas como las navidades. Además, estaba Gloria por el medio y no quería que mi presencia rompiese su diario hacer  y el rumbo que la vida le iba imponiendo en el sendero de su destino.

Algo más fuerte que la propia vida material y humana  se cruzaba en nuestros jóvenes  corazones tímidos y de alma triste. Solamente la había visto una vez y tenía la sensación interior de vivencias y sentimientos en una dimensión tiempo que la mente humana siente pero no clarifica por ser desarrolladas aquellas vivencias  a niveles espirituales que a los sentidos humanos tanto les cuesta situar.

La tarde que había estado en la casa de Pepe vi en Gloria una energía especial que me envolvía y arrastraba a ella, a su frecuencia, rompiendo normas  y comportamientos humanos y sociales. Cuando Gloria me abrazó sentí un fuego que me quemaba y al besarme en la boca penetré en un estado de sublime felicidad que me atrapaba materialmente. Abierto a una desconocida emoción que sin ataduras ni límites me embriagaba de amor, deseaba marchar de aquella ciudad y retrasaba el encuentro con Gloria a pesar de ser lo que interiormente deseaba, prefería pasar las navidades en el cuartel que estar con Pepe y familia en aquellas fiestas.

–Tienes dos cartas, –me indicó el cartero aquella mañana.

–Ya las esperaba, –le indique. Una era del cura párroco que se cuidaba de la nueva iglesia donde iba la escultura que faltaba. Sabía que me iban a obligar a ir, comprendía la fuerza del clero y su buena alianza con los militares. Ya había tenido enfrentamientos con aquél cura que se cuidaba de la realización de las obras de la iglesia, sobre la parte económica. El poder que imponía en todo momento como fuerza dominante.

–Me da menos dinero del que hemos acordado, –le indiqué al cura al liquidarme una escultura.

–Con esto ya estás bien pagado, –me dijo el cura que de manera autoritaria se puso de pie como en postura de ataque.

–Le miré a la cara, le vi plantado como una roca, inmóvil, imponiendo un indiscutible poder, moví la cabeza con indiferencia y le dijo al cura, –Esto siempre ha pasado en todos los tiempos y con todos los artistas. Seguimos viviendo en los tiempos   de la inquisición mantenida por las armas.

– ¡No seas sentimental! –indicó el cura con una sonrisa llena de sarcasmo.

Crispado por los pensamientos que revoloteaban en mi mente abrí la carta y leí  su contenido.

“El cura Párroco saluda a su buen amigo Manolo: Me complace indicarte que ya hice la gestión con tu coronel para que te mande a esta ciudad, unos días. Nos urge que vengas lo antes posible, ya están fundidos los tres evangelistas y falta san Juan, que quiere el arquitecto que lo retoques. Esperando que vengas lo antes posible te saluda tu buen amigo y párroco”.

       Intentaba que pasara el tiempo, le estaba dando largas al cura esperando acabar el servicio militar, pero ya era imposible. Sabía que al tener aquellas obligaciones militares me facilitaba las cosas al cura y no tendrían que mantener los acuerdos  que había hecho y la escultura le saldría al precio que el cura quisiera y si me trasladaban a un cuartel de aquella ciudad no le costaría nada. Deje la meditación y la carta sobre la mesa de trabajo a la  la vez que una sonrisa burlona corría por mis labios.

Cogí la segunda carta –era de Candi– la abrí y siento el perfume en aquél papel enlutado en donde estaba la escritura, vibrante y lleno de contenido poético que me produjo un fuerte impacto y sentí un profundo deseo de ver a Candi, que todavía no conocía.

Pasaron las navidades y la entrada de un nuevo año, pasé todas las fiestas en el cuartel entregado en el trabajo de la talla, envuelto en mis meditaciones y acompañado por mí soledad interior en medio de tanta gente. Mi cabeza giraba sin rumbo hacía los senderos que me iba a llevar mi vida en mis ansías de glorias con mi arte.

–Era media mañana y se  acerca el sargento de la carpintería, –Manolo el coronel te quiere ver.

– ¡A mí!

–Sí, te está esperando en su despacho.

Como estaba y con la ropa de trabajo me desplacé al despacho del coronel y llamé a la puerta.

–Adelante, –me indicó una voz desde dentro.

–Soy el solado escultor, mi coronel.

Era una gran sala con amplios ventanales que daban al exterior, tenían gruesas cortinas rojas recogidas con unos lazos amarillos en las esquinas de los ventanales, rematado con unos colgantes dorados brillantes. El coronel estaba sentado en un sillón tallado y ricamente  policromado, resaltaba el dorado. A un lado había una bandera nacional y en su remate superior una bola dorada, muy brillante. Estanterías con libros y papeles a un lado, en el otro, sillas talladas del mismo estilo que la usada por el coronel, para las reuniones de los altos mandos.

El coronel era alto, tenía la cara redonda y el pelo canoso, su gesto era afable. A pesar de la imponente sensación que daba su guerrera con las estrellas brillantes en los hombros y las condecoraciones colgadas sobre el pecho.

Detrás de él, en la pared colgado había un crucifijo. A un lado el retrato del jefe del estado –del dictador–, al otro lado, más pequeño un retrato del fundador de la falange. Más abajo, en letras de bronce brillantes. “Todo por la patria y Dios”

Había surgido una pausa, mientras el coronel me miraba mi vestimenta nada normal en la disciplina militar –estaba sin afeitar y el pelo lo tenía largo–, no me dijo nada de mi  aspecto. Pero sí, mirándome con cierta ironía me dijo, –me indicaron que te vas a marchar.

–Parece que sí, –le indiqué,  a la vez que le enseñaba la carta del cura que había cogido con ese fin. Comprendía que las voces habían corrido.

–El coronel pasó la vista por encima de la carta y la dejó caer en la mesa me miró con cierta indiferencia y me dijo, –cuando hable conmigo este cura le diré que me estás haciendo unos trabajos y que cuando acabes te mandaré para que le hagas ese santo para su iglesia.

Me sentí molesto por aquél gesto de superioridad y dominio, no vacilé, recordé al republicano y su lucha a favor de la libertad. Y, aún sabiendo que por una mala interpretación de mis palabras podía ser condenado a un penal militar. Pero, por encima de todo estaba mi moral en aquél momento. Desde niño había luchado por un ideal artístico, había pasado miseria para hacer mis estudios, frío, hambre y muchas limitaciones e incomprensión, tristeza y soledad. Además sabía que como buitres carroñeros aprovecharían que estaba haciendo el servicio militar para obligarme que lo hiciera de manera gratuita, como estaba pasando con aquellos relieves que estaba tallando. Recordé los enfrentamientos anteriores que había tenido con el cura, al pagarme solamente una parte del trabajo realizado. Esperaba acabar mi obligación militar para hacer aquél evangelista que por abandono del fundidor no había hecho los moldes y el barro se había secado. Me  di cuenta de la interrogante mirada del coronal y le dije, –no será el cura el que le hable, será un alto mando militar y tendrá que obedecer.

–Vete y termina tu trabajo, –Me indicó el coronel que no se inmutó por mis palabras

–Me miró de manera autoritaria y me volvió a decir, –vete.

Le saludé militarmente y me marché. En aquellos momentos no tenía miedo. El vil asesinato del republicano había templado mis nervios y no me  preocupaba la reprimenda del coronel y pensaba que si me mandaban a un penal allí tendría tiempo para poner en orden mis ideas. Pero, bien intuía que no lo iba a hacer su hija se iba a casar y necesita que le acabase aquél trabajo de escultura.

Vivencias en los caminos de la vida. Enero 1.956. Manolo
  

miércoles, 23 de febrero de 2011

El médium y su energía

                     Nº 1.450-1. Espíritu Francisco, 29 de enero de 2.011
                                
                         El médium y su energía

 Son muchos los hermanos espirituales que están en vuestros entornos que buscan un poco de consuelo para la tristeza que hay en sus corazones dada las cosas y personas que han dejado en el mundo corporal, sienten sus angustias y sus penas y quisieran acercarse, colaborar, ayudar. Cuando encuentran caminos abiertos se van hacia esas fuerzas que en sus ignorancias piensan que van al lugar que estuvieron antes de de dejar la materia. Es la gran prueba humana en estos momentos que en la tierra se está pasando una crisis de valores y se está dejando la envoltura corporal en muy mal estado de conciencia, confundidos y desolados. Y, aquí se encuentran en zonas oscuras y cuando ven una luz que se enciende van hacía ella, de ahí vienen muchas de las depresiones, de vuestro mundo tierra, descontentos, alteraciones, molestias. Cada vez estas fuerzas que proyectan estos espíritus producen más mal estar en vuestras situaciones humanas.

Es una profunda verdad esta de las conexiones  de energía que tanto les cuesta reconsiderar a los que están envueltos en el traje carnal. Esto también les pasa a estos hermanos que ya se han despedido de las envolturas corporales y se encuentran perdidos en la confusión de los deseos y pasiones humanas. Son caminos de conocimiento, de liberación del espíritu y no de estructuras materiales ni de desarrollos religiosos, de fe en la verdad progresiva. Es el desarrollo de la vida dentro del progreso espiritual que tenéis que hacer a través de las pruebas humanas. Por esto, es necesario que se abra en el corazón del hombre  ese sendero hacia la verdadera luz liberadora de esas influencias terrenas que despiertan pensamientos y emociones que os producen tanto y tanto dolor.

Ya hemos indicado que al unirse fuerzas el magnetismo es mayor, atraen más y muchas de estas fuerzas atraídas no tienen el conocimiento, el por qué son transportadas y les produce un nerviosismo que a vosotros os alcanzan y hacen sufrir. Esto lo indicamos para los hermanos materiales que estáis aquí reunidos. También, para la asamblea que se hace en la esfera espiritual conectada con la vuestra. Por esto, hermanos queridos es importante el abrir puertas, hacer reuniones, canalizar energías y formar hermandad entre los hombres y los espíritus, que esta labor tenga fluidez y fuerza. En vuestro mundo terrestre la hermandad está sometida a intereses doctrinales de pensamientos muchas veces egoístas e intereses, mundanos. Que se abra un despertar en  la verdad profunda de la vida liberada de todo concepto de posesión como son los egoísmos, las creencias religiosas y el poder terrenal que establecen los estados para controlar a los ciudadanos.

Podéis hacer esos trabajos de caridad a distancia, el espacio no existe. Algunos de estos hermanos que se intentan manifestar son de zonas lejanas, de países de distintas creencias, lenguas. Se encuentran confusos, algunos perdidos, desconocen el idioma, lugar, religión, creencia. Simplemente se sienten atraídos por la energía  canalizadora que generáis los médiums, de forma que sin saber cómo ni por qué se sienten atrapados por un adormecimiento que les hace sentir las vivencias de su espíritu envueltos en un despertar. Es una verdad muy profunda, intensa, la del espíritu y si se tuviera en cuenta liberaríais mucha carga tanto  a los materiales como espirituales, sintonizaríais con la vida en su intensidad y las fuerzas transmisoras y creativas que forman el elemento central del desarrollo de la vida en los sistemas planetarios, os envolveríais  con su energía en bien del progreso de vuestra humanidad.

Grupo, los caminos de la vida


sábado, 19 de febrero de 2011

LA VISIÓN




                           La imagen en el tiempo
                                 
                                                    La visión                                   

                                                         16

Durante unos días estuve  trabajando intensamente en el relieve de las lanzas, sabía que me tenía que marchar para hacer las esculturas que estaban pendientes en la ciudad en donde vivía Candi. También, que iban a aprovechar que estaba haciendo el servicio militar y que las hiciera gratuitamente, conocía el poder del clero y la buena alianza que tenían con los militares.

Mientras los días iban pasando y el invierno se iba presentando cada vez con más fuerza. Aquella mañana recibía otra carta de Candi. No comprendía la causa de aquellas cartas tan intensa y profundas que ya me estaban suponiendo una separación con mi buen amigo Torcal, con el cual, ya no había tenido ninguna acercamiento más.

–Iré a verla, –pensé cuando tenía la carta en la mano que me producía una vibración especial. Atrapado en un estado de ansiedad abrí la carta, volvía a sentir aquél perfume que desde la primera carta llevaba en su interior. Sus cálidas palabras de cariño y entrega me produjeron una profunda emoción

Aquella tarde me sentía decaído y triste, no tenía ganas de trabajar y necesitaba un cambio de ambiente. Una salida a aquella situación que tanto me entorpecía mi sentir y caída en mi sensibilidad. Aquella brutalidad militar que rebajaba al hombre a niveles indignos, necesitaba acabar con las obligaciones que tenía y recoger la licencia, ser libre y poder seguir con mi ideal artístico, primero en Madrid y luego en Paris, trabajar y...

También me seguía mordiendo muy fuerte la política, las injusticias  que estaba cometiendo la dictadura y pensaba unirme a grupos que hablaban de igualdad y derechos  humanos, de libertad.  A pesar que nunca había sido partidario de los grupos de masas, me sentía  libertario, como un libre pensador que estaba a favor de una línea más liberada sobre los derechos humanos y la justicia social.

 Por otra parte, la filosofía existencial se estaba desarrollando como corriente de pensamiento en las universidades como protesta a los poderes impuestos por las armas en su desarrollo fascista desde la segunda guerra mundial. Aquél movimientos clandestinos me parecía atractivo, veía en ellos un principio de valores morales, incluso espirituales de cambio…

Comprendía que algo estaba cambiando en mi interior sin que quisiera admitirlo. El desarrollo espiritual, los nuevos caminos de las paraciencias que a pesar de los nuevos entornos en que se desenvolvían eran tan viejos como el propio ser. Ya en tiempos lejanos –viejas culturas–, mucho antes de nuestra era cristiana los filósofos ya hablaban de esta verdad espiritual que traspasa la barrera de la muerte en una rueda de reencarnaciones.  Y, en aquellos momentos mi amigo Pepe con su mente estructurada y científica encontraba siempre la causa de todo acontecer,  justificantes de una cantidad de acontecimientos controlados por el espíritu y sus leyes.

En aquellos momentos comprendía que mi mente estaba atrofiada, no quería pensar, tampoco tenía ganas de trabajar. Pensé  en ir a dibujar a bellas artes para vitalizarme y quitar de mi mente negatividad que me atrapaba. Motivado con aquellas ideas salí del cuartel, debajo del brazo llevaba mi carpeta de dibujo. Fui a dar un paseo por el puerto, el mar siempre había sido para mí un buen estimulante y me trasportaba a recuerdos y vivencias que no recordaba él haber vivido en mi realidad consciente que me envolvían en emotividad y nostalgias. Comprendía que desde que había hecho amistad con Pepe era como si se abriesen nuevos senderos para mi vida, atrapado en meditaciones de mi infancia que siempre me habían pasado desapercibidas.

Continuaba paseando por unos hermosos jardines que estaban cerca del puerto. Me senté en un banco, era un sitio tranquilo a donde iba en muchos momentos a pensar dibujar y leer. También a recordar, era una glorieta en donde había un monumento a Curros Enrriquez. Del  maestro  que me había iniciado en la escultura.

Un despertar de emociones se manifestaba al leer unos escritos del poeta que tantas veces había sentido recitar. Una subida en mi sensibilidad me empujó a seguir mi camino. Atravesé la amplia avenida, crucé unas calles hasta llegar a la academia de bellas artes. En una sala había una exposición de una japonesa, me gustó. Mas la técnica que la parte creativa, había una mezcla de culturas, no tenía la viveza oriental.

– ¡Hola Manolo!

–No te había visto, –le indiqué, a la vez que giraba la cabeza.

– ¡Vienes poco, ahora!

–Sí, estoy un poco ocupado en el cuartel.

–Queríamos hablar contigo, pensamos en hacer una exposición colectiva a finales de curso.

– ¡No! –indiqué con un gesto de negatividad.

– ¿Te licencian?

–No todavía, pero tengo que ir a otra ciudad para hacer una escultura.

– ¿Puedes exponer?

–No, cuando me licencien me marcho a Madrid.

–Yo también le estoy dando vueltas a esa idea, estuve allí hace un par de meses.

–Si nos ponemos de acuerdo nos podemos ver allí.

–Yo tengo allí familia, voy a hacer una exposición de pintura con un amigo.

–Vamos a dibujar, –la indiqué con un gesto emotivo.

Entramos en la sala de dibujo y me senté en un sitio diferente del de costumbre, desde aquél lugar cogía un claroscuro que me interesaba en aquellos momentos.

–Aquí hay unas buenas sombras, –le dije a una chica que estaba a mi lado.

–Sí, resalta el contorno, perfila mejor. 

El modelo era una chica joven que ya había estado de modelo en otras ocasiones. Dibujando entré en un estado de intensa quietud, la imagen de Pepe se materializaba con fuerzas en mi mente y se proyectaba en el papel que realizaba los dibujos. Tuve la sensación de sentir su media sonrisa y un fuerte escalofrío atravesó todo mi ser, cerré los ojos para meditar   y vi proyectado en el papel en blanco su cara, inconscientemente cogí un carbón y esboce su retrato.

–La hora, indicó la voz del conserje que a la vez apagaba las luces, dejando la sala en penumbra.


Han pasado 55 años en que he hecho el retrato de Pepe, lo presento como tributo de cariño a los amigos y seguidores en, los caminos de la vida. Vivo recuerdo de un pasado que ha hecho cambiar el rumbo de mi vida. Aquella mediúmnidad que tanto había rechazado ya con el paso del tiempo gracias a ella  iba a ser  el apoyo más sólido con la ayuda de los guías  que me asisten para el desarrollo de esta labor espírita en las duras pruebas  que me tenía atrapado mi destino.

Mi gratitud y cariño.

15-2-201, Manolo








miércoles, 16 de febrero de 2011

Esferas intermedias

Vivir la emoción del corazón, de vuestro amor, en bien de vuestra liberación, antes de contactar con vuestro conocimiento intuitivo, ya en expansión. Del contrario, retardaríais el proceso de la evolución.                   

                
               Esferas intermedias    

  La enseñanza de nuestros guías espirituales

 Nº 1.343-1.  Francisco, guía introductor.

 ¿Tienes que hacer alguna consulta, hermana?

 –Sí, es para dar continuidad a los trabajos que tenemos pendientes y hacer caridad espiritual.

Ahora, unos hermanos auxiliares  están haciendo limpiezas y ajustes en senderos intermedios. El estado en que os encontráis algunos hermanos del grupo es debido que hay muchos espíritus en vuestros entornos en estos momentos y se desarrollan esos estados de sensibilidad  y cambios  de conciencia debido a vuestras facultades.

–Ahora noto un dificultoso respirar.

 Ahora te pasará. Hay un ser inválido que hace poco que ha dejado la existencia corporal, está confuso. Ya le  están dando ayuda, orientando, hermanos que se dedican a ello para que haga el camino que tiene que seguir.

Me retiraré y pasará el guía consultor y él os hará indicaciones sobre el trabajo a desarrollar.  Que la luz del amor os proteja en vuestros trabajos de caridad.

1.343-2. Pedro Santiago, guía consultor.

¿Puedes hacer las consultas que tengas pendientes, hermana?

Es para dar continuidad a estos trabajos de caridad para ayudar a hermanos necesitados…

 Está todo debidamente  preparado para que le deis continuidad a estos trabajos y desarrolléis esa ayuda. Hermanos auxiliares os asistirán ya en nuestra ausencia y con este médium en estado consciente si surge alguna atadura o alteración que se comunique  con nosotros  mentalmente y  le haremos llegar las indicaciones.  ¿Te ha quedado alguna reacción sobre estos trabajos de caridad?   

–No, ya  no noto nada. Gracias hermano.

Ya en la comunicación anterior hemos indicado que si ponéis la voluntad en marcha ya tenéis mucho ganado, sois vosotros, cada uno que tiene que hacer su trabajo y auto determinar. Poner en marcha la voluntad y empezar a andar, este es el camino de salida en todo proceso. Mientras se dejen resbalar las cosas y se espere que otros resuelvan los problemas se va penetrando en unas encrucijadas negativas que todavía os arrastran a más confusión y caída.

Es la voluntad el motor de arranque para que la conciencia se libere y con ella el ser corporal  haga la labor que tiene que hacer en todo momento. Estas indicaciones no son solo para vosotros los hermanos materiales. Son también para espíritus que están en vuestros entornos y no los podéis ver, se sienten atrapados por deseos y  pasiones terrenos y se van dejando resbalar en esa encrucijada de los deseos y oscuridad de los sentidos emocionales en que están. Por esto, necesitan de estas experiencias en esferas intermedias para que asimilen y tengan un rápido despertar. ¿Tienes que consultar algo más?

 –No, nada.

Me retiraré y pasará el guía principal para dar fuerza a estos trabajos y hacer indicaciones sobre la labor que tenéis que hacer de caridad ya con este médium consciente. Que la luz os acompañe en vuestras misiones terrenas.

Grupo, los caminos de la vida

lunes, 14 de febrero de 2011

Alineación

La unión definitiva del corazón, la mente, el cuerpo y alma, os conducirá a la alineación total. Os liberará de los ciclos reencarna torios corporales
                                 
                                Alineación

Nº 1.384-J.  Jaime, moderador en las dos esferas

Arrancan lágrimas estos hermanos cuando hablan, las arrancan del alma. Estremece nuestro ser con la fuerza de ese trabajo regenerador que a través de los siglos están haciendo estos seres tan elevados que luchan por mantener el equilibrio en las altas atmósferas planetarias. Para que en la tierra llegue al corazón del desdichado humano  un rayo de luz que ponga un poco de piedad y cordura ante tanto desconsuelo.

Es un placer infinito –hablamos de infinito como si lo conociéramos todo, todavía me quedan expresiones humanas–. Indicaba que es un placer profundo cuando estos maestros ejercen su amor sobre los seres que abren el corazón y dejan que el bálsamo reparador  penetre en las arterias heridas para que las vitalicen y den sosiego y paz en el corazón descontrolado del humano que a ciegas camina por los senderos de sus egoísmos, queriendo imponer una razón que a lo único que le está llevando es a su propia destrucción.

Es sublime esta verdad del espíritu, y en el momento que la sentís en vuestro interior  nada absolutamente nada os puede hacer sufrir. ¡Qué importa el corazón humano cuando tenéis el corazón espiritual lleno de luz! Una enfermedad como la que yo he pasado que crucificó mi vida frente a este esplendor a esta potencia de luz que lo invade todo y abre caminos de esperaza y cosuelo en el despertar de la vida.

Cuando oigo a estos seres se me inflama el corazón. Entonces comprendo lo bien que me fueron las pruebas humanas. Me esfuerzo en trabajar y hacer llegar  ayuda y calor a todo hermano que lo necesita y lo va a utilizar. Pero, para el que no está preparado para esta escala de valores no os esforcéis, ni preocupéis. Intentará arrastraros a su nivel. Esta es la lucha humana sobre las fuerzas de poder que siempre está tratando de establecer el hombre con su comportamiento en la sociedad en que estáis viviendo. 

Debo cerrar esta puerta, con mi deseo que la luz os ilumine y viváis esta verdad de amor que os dará consuelo y abrirá una dilatación en vuestro sentir, liberando  esas pequeñas cosas del desarrollo humano que inevitablemente tienen que suceder. Os sentiréis bien dentro de un rato, abra una fuerte reacción emocional y brotará llanto que parte de un clamor profundo de dolor, que es donde trabaja la fraternidad espiritual en, los caminos de la vida, y este médium como instrumento humano su misión es colaborar. Los mensajes que se le hacen llegar están siendo distribuidos por distintos lugares de vuestro mundo corporal. Para un mayor entendimiento entre los hombres y un acercamiento más profundo con vuestros hermanos espirituales, también, con los que formáis las familias espiritas en la tierra  

 Ya te quería hacer un comentario debido que tú estás más cerca de nuestro mundo material. ¿Cómo podría yo ayudar a mi hermano que está mal y le han sacado que tiene cáncer?

       Te arrastrará hacía él  o se pondrá en contra tuya. Lo que tienes que hacer ya te lo han indicado los maestros. Hacer una elevación y que se canalicen las energías, sin contar con la aceptación de su conciencia. Ya han indicado lo guías que están confusos los médicos –esperar unos días que abra nuevos cambios–, mientras puedes ayudarle con energía.

       Tiene mucha fuerza y de ahí vienen esos desajustes y otros que todavía la ciencia humana no puede ver. Por ello, el trabajo con la energía puede limpiar algunas atmósferas. Está envuelto en oscuridad y su ego se intenta imponer por delante de todo. Por ese camino si interfieres, sufrirás. Nosotros ya estamos pendientes, yo particularmente. Ya te indiqué que mi trabajo en estos momentos está en la moderación en las dos esferas. Paso algunos momentos a su lado, si reflexionas te darás cuenta que a su lado te sientes mal.

–Sí, mucho.

Debido que su ego lo tiene muy enganchado y proyecta una negatividad que lo ata a su situación, impidiendo a la ciencia humana que haga lo que tiene que hacer. Los médicos se sienten confusos, ya indicamos que,  digo indicamos, pues, no soy yo. En estos momentos soy un trasmisor. Abra nuevas indicaciones dentro de pocos días, sobre una realidad que no se está teniendo en cuenta.

–Ya me lo pienso, lo miro y veo que por dentro está muy mal, ya de tiempo atrás. 

Su ego lo está descomponiendo por dentro, debido que su amor propio se tiene que imponer. Ello conlleva que el mecanismo biológico se deteriore por la fuerte presión que ejerce. Aunque le digan que no haga una cosa la va a hacer. Su prueba humana y se tiene que cumplir, a su lado recibirás sacudiduras y notarás como un rechazo, unas atmósferas que te tensa, incluso sin hablar. Es un desafío que está teniendo hasta con la propia ciencia humana y eso es lo que le llevará a grandes conflictos y sufrimientos.

Tengo que cerrar esta puerta que me comunica con vuestro mundo humano.  Abriros a la luz  y en vuestra misión de intermediarios hacer llegar la ciencia espiritual a los seres que estamos tan necesitados materiales o espirituales.

Grupo, los caminos de la vida

viernes, 11 de febrero de 2011

15. La ironía del destino

55 años después del desarrollo de estas vivencias deseo elevar un pensamiento de cariño a mi amigo Pepe por su profunda amistad, por el calor que dejo en mi alma y por aquella verdad que tanto me costó aceptar. También a Gloria, amor imposible en la tierra, que reencarnaría para complementar aquella labor que arrancaba de reencarnaciones atrás y que muy acertadamente determinó mi querido amigo.
El destino traza el camino conduce a quien lo acepta y arrastra a quien se le resiste,

                 
                   La ironía del destino


                                             15

          La tarde otoñal hermosa de sol resaltaba a través de los sucios cristales que tenía delante de mi mesa de trabajo, desde allí veía el patio de servicios los caballos y los carros. También, los soldados que iban de un lado a otro ocupados con sus faenas diarias contando los días que les faltaban para cumplir con el servicio militar, ser libres. Volver con sus familias, mayormente con las novias, algunos estaban casados y con hijos.

          En aquél movimiento de soldados veo entrar en el patio camino de la carpintería un joven alto y esbelto, vestía de paisano y en la mano llevaba un libro, era Pepe.

          –Dejé las herramientas que tenía en las manos en la mesa de trabajo y salí a su encuentro, – ¡Hola, que sorpresa!–, le dijo.

          –Pepe esbozó una sonrisa y alargó su mano con un gesto cordial y afectuoso, – ¿Cómo estás?

          – ¡Muy bien! ¿Y tú?

          –Esperando tener tiempo para verte, dar un paseo y hablar de esas cosas que te suenan tan extrañas, –indicaba a la vez que manifestaba una amplia sonrisa.

          –yo estaba lleno de interrogantes y en aquel momento fui atrapado por un fuerte estado de contrariedad, me sentía molesto y miré a los ojos de mi amigo. De pronto, a la vez, los dos nos echamos a reír. –Ven, te voy a enseñar lo que estoy haciendo–, le indiqué para suavizar aquella situación que se había planteado en mi interior, me producía inquietud su mirada interrogante. Le puse el brazo por encima del hombro y juntos entramos en la carpintería.

          – ¡Es el cuadro de las lanzas! –indicó Pepe entusiasmado por aquel trabajo de talla que estaba haciendo. – ¡Las figuras se desprenden del fondo! –indicó un tanto entusiasmado

          –Esto no tiene importancia creativa, es una copia e intento hacer una reproducción fiel, no me gusta este tipo de trabajo.

          –Esto le gustaría ver a mi hermana, ¿se lo enseñas?

          –Bueno, –indiqué a la vez que movía la cabeza con cierta indiferencia.

          – ¡Le gustaría...!    

          –Si ella quiere le puedo enseñar mi estudio en el acantilado.

          – ¿Qué estudio? –indicó Pepe un tanto extrañado.

          –Allí en el acantilado, en la roca viva he tallado unas esculturas en gran tamaño, originales.

          – ¡Me gustaría verlo!

          –Es mi gratitud a la vida y un regalo que le hago a la gente de la ciudad que quiera visitar mi museo al aire libre, que será gratuito. Cuando me marche de esta ciudad al acabar el servicio militar me llevaré unas esculturas en piedra –pequeñas– para hacer una exposición en Madrid.

          – ¿Qué te marchas a Madrid cuando te licencien?

          –Sí, allí me situaré temporalmente, luego iré a otras ciudades Europeas en donde hay más margen para expresar las ideas y hay más libertad.

          –Pepe, me observaba y esbozo otra vez más su media sonrisa, –bueno, bueno, ¡ya veo que vuelas alto!

          –Voy a recoger las herramientas y marchamos.

          –Vamos, daremos un paseo por el mar y te hablaré de esas cosas más sutiles que hoy son un enigma para la ciencia, pero en pocos años será un descubrimiento para la humanidad que lleve salud, bienestar y, sea además, una poderosa luz que ilumine el destino final del hombre dando quietud a su corazón a lo largo de su vida física. Sabiendo que al traspasar la barrera de la muerte corporal se van a encontrar con la verdadera vida, la espiritual. Desde donde pueden seguir manteniendo acercamiento con los seres que realmente amaron.

          –Yo le escuchaba atentamente, un tanto escéptico, me costaba comprender aquello que decía. Para cambiar el rumbo del comentario le indiqué. –En mi estudio al aire libre Gloria se sentiría bien, es una idealista visionaria.

           –Es muy psíquica, extremadamente sensible.

          Marchamos, atravesamos la amplia avenida, subimos unas escalinatas de piedra y pasamos por un hermoso jardín para desembocar en unas estrechas calles. Era el lugar más antiguo de la ciudad, entramos en una plazueleta en donde había unos niños jugando. Una iglesia románica del siglo once que había sido destruida –en parte– por la guerra civil. Había piedras de la iglesia  en el suelo tirada en completo abandono.

          Pepe había nacido en aquella ciudad y conocía todos sus rincones, siempre me llevaba por los sitios más típicos y de más valor artístico o de belleza natural en vegetación, era un amante de la naturaleza.

          Cerca de la iglesia había unos viejos árboles, uno tenía el tronco hueco y los niños se metían dentro y jugaban a sus juegos en el interior. Eran árboles centenarios, según Pepe indicaba podían ser tan antiguos  como la misma iglesia románica.

          Por entre unas callejuelas, al fondo se veía el mar y los colores anaranjados que indican un atardecer, la puesta de sol. Había un banco de piedra debajo de un grueso castaño y nos  sentamos en el banco. Era un lugar acogedor en un atardecer sereno que estimulaba el ánimo y daba sosiego, –surgió una pausa–. Yo estaba como ausente, abstraído, tenía la cabeza levantada y los ojos cerrados.

          – ¡Hola! Rompe el encanto, –sin dejar que hablara me preguntó–. ¿Cuándo vas a venir por mi casa, mi hermana quiere verte? Desde que estuviste allí el mes pasado esta más motivada y activa. Hace unos días me dejó impresionado por su potencial interior, por su fuerza y energía venciendo su timidez y dispuesta a superar todos los obstáculos materiales que le ponga la vida por delante, en su camino para conseguir su gran amor.

          –Sí, ¡Es muy sensible!

          –Será una buena vidente, una gran médium, igual que tú.

          – ¿Cómo? –Manifesté con extrañeza por las palabras que acababa de oír de mi amigo, iba a manifestar mi contrariedad sobre algo que me costaba asimilar y a pesar que tenía cierta resonancia interior.

          –Pepe esbozo una media sonrisa, –un médium es una persona que tiene una capacidad de entrar en estados profundos de trance, cede su organismo para que se manifiesten seres espirituales que ya han dejado la vida física, algunos siguen atados a las vibraciones humanas. También, para la entrada de seres superiores que se definen como guías o maestros, protegen y se cuidan del buen funcionamiento acercando conocimiento en bien del progreso humano.

          –Eso no puede ser, –le indiqué un tanto confuso sobre aquellas palabras de mi amigo.

          –Sí, serás, –remarcó  y de manera determinante.

          – ¡No...! 

          –Pepe al ver mi rechazo y el escepticismo, cada vez con más fuerza manifestaba más determinación en sus palabras. –Tú y mi hermana tenéis esa facultad y una hermosa misión en la vida que va más lejos que el mundo de las ideas y formas, del arte y de la ciencia. A través de vuestro ser se manifiestan las enseñanzas de la ciencia divina. Tenéis la obligación moral de hacer llegar esa vibración espiritual que acerca al humano caminos para la evolución y el conocimiento y desarrollo de la vida

          Yo estaba receloso sobre aquellas palabras, pero le escuchaba.

          –Vosotros, podéis poner  algodón  y venda sobre las heridas del alma, dar agua a los sedientos de esa sed interior.

          Surgió un silencio...

           –Pepe me miró fijamente y cerro los ojos,  y señaló, –yo solamente puedo curar el cuerpo, ajustar la mente con los limitados conocimientos de la psiquiatría en estos momentos. Todo esto no me llena y quiero ampliar estudios en el campo espiritual. Trabajar en la nueva medicina que se llamará psicosomática, esto daría un fuerte impulso a la psiquiatría al descubrir comportamientos que hoy se definen extraños.

          – ¿Crees en una ley de continuidad?

          –Sí, “ley de causa y efecto”. No hay nada extraño ni ajeno en el universo, es la ignorancia humana la que pone las limitaciones, por ello, me interesa la investigación parapsicológica para abrir puertas en el conocimiento humano.

           –Intuyo que hay un conocimiento oculto para la conciencia. Cuando empecé a dibujar, de niño, los maestros me preguntaban dónde había aprendido a hacerlo.

          –Es normal, traes una misión a través de la expresión plástica.

          – ¡Una misión!

          –Sí, es un mundo de pruebas el humano, todo está articulado, pero la ciencia esta alejada de ese progreso. Eso también le pasa a Gloria en momentos penetra y tiene claridad.

          –Yo me siento bien con ella, tengo la impresión que ya la quería antes de conocerla.

          –Debido que sintonizas con fuerzas que va un poco más lejos que el campo consciente. Ya te dije que esto que estoy haciendo es para ayudar a mi hermana en su fragilidad consciente, interiormente es fuerte.

           –Sí, pero quebradiza materialmente, –le manifesté.

           –Al hablar con ella en esta fase que tiene para ella la vida a través del amor, comprendo que ella está en un nivel superior al mío y tengo mucho que aprender para llevar la debida ayuda a la gente que recurre a mí profesionalmente.

          Yo escuchaba con atención las palabras de mi amigo, su voz cálida sonaba en mi interior con fuerza, me despertaban emociones que me crispaban en relación con mi conciencia y desarrollo sensorial, me producía cierto mal estar en mi razonamiento interfiriendo en los programas que me había hecho para cuando dejase el servicio militar. Mi ideal artístico, la fama, la liberación de la dictadura, la lucha por los derechos humanos. Todas aquellas cosas que habían sido el sueño de mi vida en aquellos momentos pasaban a un segundo plano, al de la forma.

          –Son pruebas materiales, como escalones que hay que subir, asignaturas  que hay que aprender para llegar a un cocimiento interior que se eleve por encima de lo temporal en los senderos de la continuidad, –indicó Pepe como si estuviese leyendo en mi mente.

          Mientras que yo seguía con mis meditaciones, Pepe continuaba hablando sobre las energías y su desarrollo. Por un momento dejó de hablar  y me miro fijamente.

          – ¿Qué piensas?, –Me dijo, a la vez que me ponía la mano derecha sobre mi hombro.

          –Nada, –le indiqué molesto.

          –Sí, estas ausente. ¡Vuelve! –a la vez esbozaba una amplia sonrisa.

          Me sentía inquieto, fiscalizado en lo más profundo de mi sentir. Todo aquello me hacía sentir mal.

          – ¡Ha refrescado! –me indicó Pepe mirando ligeramente hacía el cielo.

          Sentía un mal interior y un extraño nerviosismo corría libremente por mi cuerpo. En mi expresión se manifestaba un gesto de mal estar y de dureza, no dije nada, pero me sentía fiscalizado en lo más profundo  de mi sentir y pensar.

          La mente fría, científica y cerebral de Pepa en unos momentos crispó fuertemente mi sensibilidad y mi amor propio se disparó.  Aquella era una verdad que no quería escuchar, no quería ver y no quería comprender. Aquél fisgonear en las partes más profundas de mi sentir me producía desconcierto.

          Entre sin desearlo en un estado de mutismo y sin saber que decir, me sentía mal, nervioso y confuso. No sabía como salir de aquella situación que me planteaban las palabras de Pepe. Tampoco le podía decir que me encontraba mal, sabía que era médico y conocía aquellos estados alterados de la conciencia y personalidad. No encontraba palabras en las cuales asirme a ellas y salir de una manera razonable de aquella situación.

          –Mientras que permanecía en silencio, tuve un cambio de expresión y pronto me señaló, –no te tortures, son pruebas que hay que pasar hasta llegar a un equilibrio interior. La verdad absoluta no esta al alcance del limitado conocimiento del hombre...

          –Aquellas últimas palabras  pusieron un poco de calma en mi interior, y miré a mi amigo con gesto de camaradería y comprensión. Con una amplia sonrisa y sin meditar le dijo, – ¡pareces de hacienda, fiscalizas todo!

          Pepe seguía sereno, inmutable. Soltó una amplia sonrisa que me contagió,   me puse a reír sin control.

          –Pepe  se levantó del banco en que estábamos sentados, me alargo su mano, inconscientemente le alargué la mía con cierta contrariedad. Me pego un estirón y sonriente me indicó, –vamos a merendar.

          Había anochecido, la poca luz de la vieja plazueleta le daba cierto tono siniestro al ambiente, de cementerio. La vieja iglesia románica media destruida, los viejos árboles  cuyo follaje amarillento impedía la penetración de la luz de una luna llena que salpicaba con su color dorado algunos rincones de la vieja plaza, al pasar por los pocos huecos que le permitía el grueso follaje. Al salir de aquella zona de sombras me sentí mejor, arrastrado por la voluntad de mi amigo dejamos la parte vieja y fuimos a una zona de más movimiento, comercial. Allí, el bullicio, la luz, la gente. Todo ello le dio voltaje a mí desconcierto.

          –Pepe seguía con su media sonrisa, a la vez que me decía, –   vamos a ir a un sitio que te vas a sentir bien. 

          –Atravesamos calles y una plaza que yo conocía muy bien.  Se paro y miré a sus ojos con una sonrisa de júbilo y le dije, – ¡estás en todo!

          Fuimos a parar al típico bar en donde yo me  reunía con los compañeros de la academia de arte. El impacto fue fuerte, más todavía cuando todos saludaron a Pepe, iba a las tertulias pero nunca habían coincidido juntos, las sorpresas para mi iban en aumento.

          Pepe era aficionado a las artes plásticas y se había iniciado en la  pintura, la falta de tiempo le alejo de su vocación al estar tan ocupado con los estudios de la medicina. Fue una larga tertulia que se acompaño  con unos vinos de la tierra y unas tapas.

          En mis reflexiones comprendía  que todo iba encajando. Recordaba la primera vez que había visto a Pepe en el cuartel y me hablaba de aquél lugar y sus aficiones artísticas, pero nunca le había indicado que se había iniciado en la pintura.

          – ¿Tú hermana frecuenta este lugar?

          –Creo que no, por lo menos yo no lo sé. Las emociones la alteran y la desconciertan, es tímida y se descompensa enseguida dada su sensibilidad.

          –Surgió una pausa y Pepe me miró a los ojos manteniendo la mirada, –contigo puede venir a tu lado se siente bien y segura, puede abrir sus emociones con confianza.

  No dije nada, me costaba comprender todo aquello, solamente la había visto en una  ocasión y en su casa,  y me había encontrado en una situación embarazosa al abrazarme y besarme en la boca. Nos despedimos de la gente que había en aquél reservado y en silencio atravesamos calles y plazas, pronto llegamos a la puerta del cuartel.

          – ¿Tienes que volver por mi casa? –me indicó Pepe a la vez que me estrechaba la mano.

          –Bueno, antes de marchar.

          – ¡Adiós!

          El desconcierto presionaba fuerte en mi sensibilidad, aquella noche no pudo reconciliar el sueño y daba vueltas en aquél camastro sucio y oloriento, además se me había cargado la cabeza y me sentía mal. Esperaba que las primeras luces de un nuevo día entrasen por aquél sucio ventanal para seguir con mi labor en un nuevo despertar.  

          1.955. Manolo.  
  
   

  
   


 

 

    


viernes, 4 de febrero de 2011

SENDEROS DE CONTINUIDAD

                      Senderos de continuidad.
                      
                         Ley y orden corporal

Nº 1.401-1. Espíritu Francisco.  6-4-10

Ya hemos indicado que este médium tendrá que complementar esta labor espiritual, pero ya desde el astral. La mano que va a dar continuidad ya está preparada, no será esa hermana que tú ahora tienes en mente, esa hermana está introducida en el desarrollo espiritual en otras áreas. Todo está preparado, perfectamente organizado y nada sucede al azar, como la situación del hermano para el que pedís ayuda.

– ¿Este médium ya sabe quién va a ser que le dé continuidad a su trabajo en el área corporal?

No, no lo sabe, hasta el momento en que se encuentre en la esfera espiritual no lo sabrá. Tiene que desencarnar para saber el camino de continuidad que va a llevar la obra realizada en la tierra, al saberlo sería sometido a un sufrimiento, ya la ley espiritual se cuida que no veáis todos vuestros errores pues el sufrimiento que se impondría sería grande, lo mismo si vosotros supieseis las historias de reencarnaciones anteriores.

El médium la conexión que establece con esta hermana está conducida por la situación humana y familiar, vivencias pasadas y la medicinas alternativas, psicosomáticas, está en el camino del encuentro presente. Para abrir nuevos senderos enriquecedores en el desarrollo humano entre la salud y el espíritu, más que por esa profunda verdad espiritual que se impondrá y será lo que determinará.

¿Es un familiar quien tiene que dar continuidad?

 No, en este caso. Las familias materiales están en procesos de ajuste muy personalizados en la mayoría de los casos. Si analizáis  las situaciones de vuestras familias os daréis cuenta que cada uno   viene con un programa determinado como de planetas distintos, en la mayoría de los casos. Tenéis que aceptar que se viene a hacer un trabajo, un rodaje, el personal. Mientras que vosotros deseéis que hagan los demás lo que vosotros consideráis, así no abra evolución posible, más bien un encadenamiento. Cada uno viene con su prueba, para algunos es desconocida, y otras, están en relación con las familias materiales. Por ello, es importante que se divulgue este desarrollo espiritual para que en la tierra se aprenda a compartir y convivir con amor pensando que es un trabajo que hay que hacer y es necesario hacerlo de la mejor manera posible, siempre con amor y entrega.

Estas son las enseñanzas espirituales  que son favorables seguir, si así lo hacéis la vida en la tierra será más llevadera  y eliminaréis muchos malos ratos, odios y resentimientos que hoy están consumiendo al humano en eso que le llamáis crisis. Es una crisis de valores que parte del proceso moral.

Los propios hermanos materiales son desconocidos, incluso se desarrollan estados muy desagradables entre los propios hermanos materiales. La verdadera hermandad es espiritual y está desarrollada por acercamiento de ideas y verdad de desarrollo interior, superior, que reencarnación tras reencarnación os vais encontrando en la tierra, limando aristas tristezas y desengaños que traéis sobre vuestras espaldas. Soltando lastre que, realmente os empujo o determinó la presente materialidad, en la cual, un nuevo sendero de liberación se abre para vuestras vidas.

Que él Padre  y los hermanos guías os envuelvan con la sutil energía transformadora y un pensamiento de amor se deposite en vuestro corazón que active todos vuestros sentidos en la divulgación de esta Divina Verdad de caridad y amor,  que ponga calor y confianza en el dolorido corazón humano y le libere de ese afán desmedido de poder que intenta implantar.

¡Piedad, un pensamiento de amor para tanta desdicha…! Vosotros, hermanos queridos sois misioneros, transmisores de esta profunda verdad que os hacemos llegar desde la fuente viva de la vida. Hacer que esta agua depuradora circule entre los hombres y se limpie su sentir, que la luz de la esperanza les envuelva en el nuevo amanecer de la vida eterna.

Grupo, los caminos de la vida.