viernes, 20 de agosto de 2010

CIRUGIA ESPIRITUAL

CIRUGÍA ESPIRITUAL




Se quedó un poco sorprendido el viejo soñador cuando medio adormilado pudo ver en el reloj eléctrico de su mesita que ya eran más de las seis de la mañana. Tuvo que hacer una respiración profunda para darle a su conciencia corporal realismo y consistencia, encendió la luz, para poder tocar y sentir la realidad física. Ya había pasado la noche y se sentía bien, relajado y sereno. Se estiró a lo largo de la cama mirando hacía el techo, sin ninguna idea concreta. Simplemente, dejaba resbalar su mente libremente en la diversidad de niveles y planos que existían dentro de cada ser humano. El enorme laberinto interior de todo nacido y las dudas sobre los caminos a seguir por aquella falta de conocimiento en la evolución espiritual que tanto inquieta a los hombres y los llenan de desconsuelo. El viejo soñador conocía bien estos acontecimientos. Y sabia, por experiencia propia que al evolucionar en los niveles interiores se iban como retirando unos velos y se presentaba una realidad superior que relacionaba y coordinaba todo, que nada sucedía al azar, todo estaba articulado en el gran ordenador de la vida, y que todo era el resultado de una gran ley en los caminos de la vida. “La ley de causa y efecto”.

Estando en su simple meditación, El viejo soñador sintió como una especie de frío y una reacción nerviosa en la parte alta de la cabeza que le bajó hasta los labios. Enseguida le surgió cierta crispación al recordar ciertas vivencias materiales. Los estados nerviosos surgidos unos días atrás en el fin de semana en la casa del bosque en dónde lo había pasado en compañía de Vea y de Lara. Sobre sus cansados y viejos ojos hubo una reacción de tristeza y se le humedecieron, los cerró para contener el llanto.



De pronto, siente sobre su cuerpo una sensación de calor, de bienestar, de paz. Abrió los ojos que los tenía cerrados, miró para el techo y le pareció que había luz, los volvió a cerrar, se dio cuenta que la potencia de luz todavía era mayor. Interiorizó todas sus energías y de sus ojos brotaron unas gruesas lágrimas de felicidad.

. Penetró como en un estado de conciencia dilatada, se abrió su vista espiritual y sintió una profunda quietud. Con su vista espiritual pudo ver una mesa de operaciones y dos cirujanos espirituales que estaban haciendo cirugía. Centró mas su conciencia clarividente y pudo ver que los cirujanos iban todos vestidos de blanco, con gorro. Alrededor de la cabeza llevaban como un turbante blanco que les cubrían un poco los ojos En el centro de la frente surgía como una emanación. Quedó como petrificado con aquellas imágenes y entró en una profunda meditación. A su lado estaba Vea, la cual también había tenido crispaciones y desconciertos en los últimos días.

–En estos momentos se está realizando en el astral una operación, –le indicó a Vea.

– ¿A quién operan? –le preguntó.

El viejo soñador no le supo dar la respuesta en aquél momento. Sabía muy bien que toda trasformación se produce primero en el plano astral, luego se materializa en el físico, por prolongación. Estos acontecimientos sobre el orden espiritual los conocía había trabajado con otros videntes en cirugía espiritual. Los enfermos físicos cuando llegaban a los hospitales ya se encontraban mejor, recuperados. Entonces, la cirugía física ya era más llevadera. En muchos casos innecesaria. El médico solamente tenía que limpiar o depurar deterioros secundarios. La falta de fe y de conocimiento de los enfermos les lleva, en muchos casos, a cirugías innecesarias. Las células dañadas se reponían, se vitalizaban y potenciaban por campos de energía que manaban del plano astral.

Imágenes positivas de transformación se desarrollaban alrededor del viejo pensador, una aureola de luz lo envolvía y un calor energético activaba sus nervios, sus músculos, todo su ser. Al poco rato volvía al estado normal de conciencia y se sentía sereno y despejado.

Todavía era noche, las primeras manchas de luz empezaban a clarear el lejano firmamento, dando en la atmósfera la sensación de misterio que tiene todo nacimiento y que tanto había impresionado al viejo pensador en sus viajes por diversos países, en sus años mozos en busca de la fama y las glorias de los hombres.

A primera hora hizo el trabajo material artesanal que tenía destinado para cubrir sus escasas necesidades materiales, luego continuó en la trasformación que estaba haciende en la casa de la ciudad, que se ajustara a sus nuevas necesidades en aquellos momentos de cambios y de nuevos enfoque relacionados con su vida. En la segunda parte de convivencia con Vea y con Lara.

Un manar de vivencias acudían a la mente del viejo y cansado soñador. Como en una película proyectada sobre una pantalla mental pudo ver algunos de los acercamientos y convivencias que habían tenido en otras materialidades, no siempre favorables. Pero si retributivas para la evolución espiritual en su posición y destino. Con claridad, pudo ver una materialidad que había tenido en la época Romana con Vea. Esto, unos años antes de la Era cristiana. En aquellos tiempos se llamaba Ceferino, y se dedicaba a la filosofía; en las nuevas corrientes de pensamiento libertario que luchaba contra la tiranía del sistema. En las plazas públicas, Ceferino daba charlas y conferencias y llamaba al pueblo, sufriente, a la desobediencia civil, en contra de la tiranía de las leyes romanas. Por varias veces Ceferino había sido encarcelado en aquellas sucias mazmorras imperialistas y sometido a las más fuertes torturas.

Acabando siendo devorado por los leones en una de aquellas tardes imperialistas en la arena del circo. Allí en aquella materialidad conoció a Vea, en aquellos tiempos se llamaba Elisa, estaba a favor del poder dominante. Teniendo, Ceferino, un fuerte enfrentamiento con Elisa, que fue la causa de su primer destierro.

En la última materialidad que les había tocado vivir, todavía les quedaba depurar, limpiar, trasformar valores de orden moral y material, pendientes de materialidades pasadas, deudas pendientes con la ley espiritual del karma, deudas que una vez saldadas les llevaría al retorno a la verdadera vida, la del espíritu y liberación de la materia. Por ello, el cansado buscador de la verdad, nunca había encontrado la posibilidad de tener un acercamiento material con Vea, y la posibilidad de una convivencia en la realidad humana que estaban viviendo. Mientras que en lo mental había como cierta corriente de pensamiento que había rodado a través de viejas y milenarias culturas.

Ahora sí, comprendía con claridad el contenido de las videncias que había tenido espiritualmente por la noche. El paso ya estaba dado en el astral, la cirugía ya había sido hecha, solamente se necesitaba la trasformación en la realidad terrena, material. Para encontrar aquél camino de luz, de claridad, de verdad interior que liberase pasiones y dentro de lo limitado de lo temporal de la vida encontrar la poderosa fuerza que genera el verdadero amor, la verdadera fuente de la vida. El verdadero conocimiento que limpia y trasforma todo dolor temporal.

Manolo.