domingo, 29 de mayo de 2016

ACCIÓN Y REACCIÓN


    LA MEDIÚMNIDAD Y SU DESARROLLO

Cuando os introducís en una vida humana se abre un nuevo ciclo para vuestra alma. Entráis como en una especie de falsedad perceptiva que es a lo que llamáis ilusión. En las experiencias de la vida terrena tenéis que encontrar el apoyo que el alma desea para desarrollar su labor. Para ello tenéis que trabajar con los materiales terrenos, despreciar el barro es dudar de la Divinidad del Alma
                                 

 ACCIÓN Y REACCIÓN 
Mis cambios en el carácter  eran continuados, además continuamente estaba viviendo experiencias paranormales que me indicaban mi nuevo camino a seguir  por el cual yo no quería andar. Aquella noche tuve una larga experiencia psíquica  relacionada y de manera directa con mi situación humana y sentimental, con el momento de cambios que estaba viviendo. La experiencia se desarrollaba en la casa paterna en donde había vivido mi niñez y adolescencia.
Me encontraba en aquella casa  y me veía como era en los momentos que se desarrollaba la vivencia. Veo que entran, enseguida me di cuenta que se trataba del médico que atendía a mi compañera sentimental; me indicó que le había dicho que yo estaría allí, que hablase conmigo. Pasó a una sala  y se sentó enfrente  mía. Antes estuvo viendo  todo lo que estaba al alcance de la vista. –Era un hombre alto, atlético, a su lado yo me sentía más alto, no comprendía aquella visita y tampoco le daba importancia, simplemente sucedía. En la cabeza llevaba como un casco de donde salían unas conexiones,  pensé que había hecho el viaje en moto. Para darle contenido a la situación y tratar de aclararla, le indiqué que mi compañera  no había llegado.
–Ya lo sé, –me indicó, y siguió hablando. En aquellos momentos pasaron dos mujeres vestidas de negro por donde estaba el médico y continuaron al interior de la casa, más que mujeres parecían sombras y una era muy alta, pasaría de los dos metros. Todo lo veía con claridad y total serenidad.
Ya vuelto a mi realidad consciente me sentí un tanto confuso  por lo claro y concreto en que se habían presentado las imágenes de un desbordante realismo.
A la noche siguiente volvía a tener otra experiencia con aquél médico. Era repetitiva, un indicador como una alarma que parecía indicar un mal que se aproximaba. Lo veía ya sin nada en la cabeza, envuelto en una total serenidad, una mirada clara y transparente, envuelto por una atmosfera de luz, ya no hubo palabras.
Ya a lo largo del día las imágenes se repetían y me sentía atado, atrapado a la energía de aquél médico, mi inquietud aumentaba al sentir con fuerza a mi compañera en estados muy alterados en aquellos momentos que se encontraba  muy lejos, materialmente.  
Un toque de teléfono de mi compañera sentimental  aclaraba aquella situación,  como la experiencia que había vivido durante dos días. Estaba muy alterada, señalaba que se había muerto su médico y amigo, había sufrido un infarto y había permanecido 24 horas inconsciente. Sus compañeros médicos no pudieron hacerle reaccionar.
Por unos momentos guardé silencio, luego le amplié los acontecimientos, le indiqué que había tenido una experiencia extra corporal con conexión telepática con su médico, que se había acercado para hacerme algunas indicaciones sobre el estado psicoemocional en el cual ella se encontraba y su interés para que le prestase ayuda. En vez de suavizar los ánimos mis palabras la  alteraron más. La muerte de su médico la dejaba desprotegida con una salud quebradiza.  
Preocupado subí a mi estudio para reflexionar, poner claridad en aquella situación dado el impacto que le había producido a mi compañera. Seguía sintiendo a aquél ser, ya espiritual, eleve un pensamiento de luz por la enseñanza que me había dado en mi desarrollo mediúmnimico.
En su primera visita estaba con un casco en la cabeza, todavía estaba vivo físicamente, estaba en el hospital conectado a máquinas en un intento de recuperarlo, ya en las visitas posteriores había como un desprendimiento, ya no llevaba nada en la cabeza y su cuerpo era más fluídico. La última manifestación correspondía en tiempo físico con la muerte física, con el desprendimiento de la materia.
Este acontecimiento sucedía en la primavera de 1.974. Las experiencias paranormales cada vez iban cogiendo más fuerza que me imponían seguir aquél camino que yo no deseaba hacer; complementar mi desarrollo como médium. Es evidente que si nos dejamos llevar la vida nos conduce y si nos resistimos despiadadamente nos arrastra. Manolo





















lunes, 9 de mayo de 2016

LA NUEVA EXPRRIENCIA

 
 

LA MEDIÚMNIDAD Y SU DESARROLLO.

 

Todo objetivo en la vida es la exploración, la aventura. Dar un paso más sobre aquello que en espíritu ya sois. Vuestros cuerpos físicos son vehículos en donde habitan vuestras almas y están allí en donde estáis vosotros. Ya que en vuestra humanidad es en donde aprenderéis a sintonizar y reconocer vuestra parte con la Divinidad.

 

LA NUEVA EXPERIENCIA. 

 

El día era espléndido, de sol,  a pesar de aquél hermoso día primaveral me sentía aturdido, confuso y un poco decaído. Había ido a pasar el día al bosque con los compañeros del grupo espiritual. Ya llevaba unos días muy confusos y aquella tarde sentí cierto entorpecimiento y bajada de conciencia, para aislarme del grupo fui al coche y me acosté en el asiento de atrás y al poco rato allí tuve una extraña experiencia que me confundió. No sabía si era sueño videncia ni en qué lugar estaba situada de la realidad  la experiencia vivida.

 

“Veo que el médium y mi madre se van hacía el campo, en una zona de bosque profunda. Ya sé veía el final del paisaje y una espesa capa de niebla envolvía la lejanía la tarde en lo material era primaveral, hermosa de sol, a mama la veo  que entra en aquella zona gris que formaba como un estado de aislamiento. Yo empecé a gritar enloquecido y nadie me escuchaba, veo que mi madre desaparece en aquella niebla. En aquellos momentos un fuerte esplendor dorado  partía de mi cabeza y me deslumbró; pero ya mi madre había desaparecido, me sentí desconcertado, notaba que me dolía la cabeza y tenía molestias en el estómago. Salí del coche y me acerque a donde estaba la gente del grupo, veía a todos pero mi madre ya no estaba, confuso volví al coche”

Anochecía cuando salí del coche, ello me hizo comprender que había pasado varias horas en su interior. Me sentía confuso,  estaba aturdido y  me lavé la cara para despejarme, entré en la casa y allí estaban todos, también mi madre. –Me sentí confundido, tenía la sensación que había salido del cuerpo físico, que había tenido un desdoblamiento. Cada día que pasaba estaba en estados más alterados de conciencia y las reacciones psicosomáticas cada vez eran más fuertes y menos controladas. Estuve hablando con la gente del  grupo y me indicaron que había pasado toda la tarde sin salir del coche.

 

Era evidente que la experiencia que había vivido no era física, no intervenía en ella mi conciencia  material. Tuve unos momentos de reflexión y salí al exterior de la casa para reflexionar;  al poco rato siento  que me llaman, era el médium que viendo mi confusión me indicaba que si quería lo podía consultar con los guías espirituales, que al nuevo día tenía que entrar en trance.

 

No hubo más comentarios y salí al exterior para meditar sobre la videncia que había tenido en donde veía desaparecer físicamente a mi madre. 

 

Este acontecimiento se desarrolla en la primavera del 1.974, en una continuada cadena de acontecimientos  en los cuales de una manera impositora se iban situando los cimientos de mi mediúmnidad, que siempre había rechazado al interferir en el desarrollo de mi ideal en lo humano.