jueves, 25 de abril de 2019

Un instante en la luz




Un instante en la luz.

Comparto con los compañeros en misión “un instante en la luz” una dura experiencia vivida que me llevo a vivir la extraordinaria experiencia que comparto. Ya restablecido en lo limitado de la realidad en que nos dejan estas experiencias en lo  más profunda de nuestro ser se produce un cambio radical en nuestras vidas terrenas. La gente que vive y comparte la experiencia siempre ha manifestado ese cambio…, pero hay que vivir la experiencia para comprenderlo en su realidad profunda.

Colaborando en el trabajo de mantenimiento del jardín hice un mal e inesperado gesto y me caí de espaldas, note que ya no tenía control –en aquél instante fugaz– caí sentado, sentí el crujir de los huesos al ir tocando la espalda el asfalto como si se fueran introduciendo unos dentro de otros, en la cabeza sentí un crujido y al tocar el suelo note un golpe seco, como hueco. Vi una potente luz blanca y sentí una paz profunda en donde en un instante se manifestaba la historia de mi vida…En medio de aquél esplendor sentí una voz que decía…,  “ya eres libre”.  Era mi voz enriquecida con resonancias distintas, metalizadas, que conscientemente desconocía.  Vi mi cuerpo allí tirado en el suelo y sentí voces de lejanía que me decían tienes que volver para complementar…

Todo   se  oscureció…, y perdí la conciencia.  Cuando reaccioné  dado la ayuda que me daba la gente que estaba a mí lado,  eche mano a la cabeza, estaba totalmente dolorido y aturdido, pero consciente. Pregunté confuso que ha pasado…!

Has perdido la conciencia con el golpe en la nuca y has entrado en paro cardiaco en unos minutos.

Sentí una profunda tristeza, a la vez que unas lágrimas llenas de ternura resbalando por mis viejos y cansados ojos, que me situaban –otra vez más– en el complicado laberinto de mi dura prueba humana…