jueves, 5 de mayo de 2011

Jaime. 1.452-J

        Desarrollo en las dos esferas
                     
               Jaime, espíritu moderador

Nº 1.452-J. Lectura. 8 de febrero de 2011


¿Tienes que consultar algo sobre el comentario del hermano Antonio?

–Estaba pensando que me vas a decir que no hago mi trabajo. Pero, cuando no se hacen las cosas es que no ha llegado el momento.

¡Parece que ya sabes lo que te iba a decir! No, yo veo la realidad de aquí ahora y comprendo que la materia y la voluntad es muy quebradiza y tiene que apretar mucho el dolor (hablo en carne propia) para que reaccionéis, pues, es lo que cuenta para vuestro progreso. Yo, si tuviera la visión que tengo ahora mi vida en la tierra hubiese sido distinta y hubiese hecho la labor que tenía que hacer, ya en otra materialidad lo tendré que complementar.

Es evidente que no me había llegado el momento debido a mi desarrollo terreno de la voluntad y la entrega.  Esto es como si a un coche no le echáis gasolina, no andará. A toda maquinaria humana si no tiene un estímulo, una voluntad que la active se irá quedando encallada. Primero, surgirá mal estar, confusión, enfermedad y al final parálisis. Esta es la realidad terrena, por esto ha pasado este hermano que colabora en la esfera espiritual en el campo divulgativo y tiene la autoridad moral de hablar de sí mismo de lo que vivió en la tierra    y de lo que dejó de hacer que ahora lo ve con claridad.

El problema en el desarrollo humano es la falta de voluntad para desarrollar nuestra labor y esto es lo que le está pasando a este médium. Por ello, ha pasado el hermano Antonio hablando de ese trabajo de divulgación que está en su destino, para motivarlo y esa caída de energía no lo atrape. Del contrario, su cuerpo ya no le daría soporte. Es vuestra realidad material, esto yo lo conozco bien y hablo de mi propia experiencia que es de lo único que podemos hablar en carne propia. Y, desde aquí se ve muy bien el dolor del cuerpo al no haber hecho el sendero depurador de la vida en la prueba a desarrollar

Son esas pasiones, esos egoísmos que cada vez se van enquistando  más en nuestro interior y va cambiando nuestra forma de pensar y en vez de pensamientos positivos se convierte en negatividad mal estar y resentimientos.  ¡Esto sí que lo comprendes!

–Sí claro. Y bien.

Ahí es donde están las pruebas humanas  que se pasan de ellas y como no ha llegado el momento vivimos lo mejor que podemos materialmente y cuando llegué ya será. Esto es visto desde la tierra a través del abandono y el egoísmo humano. Pero, incluso, visto desde la tierra con voluntad de evolucionar y deseo de autodeterminación cambian las cosas. Y, lo que nos pasa (y vuelvo a hablar por mí) es por nuestra pobreza y falta de abertura en la verdad de nuestra alma en comprender que venimos a hacer un trabajo y lo único que deseamos es darle al cuerpo todo el placer que se pueda y no construir nada que sea positivo y liberador para nuestra fase de instancia en la tierra.

Es la lucha de la vida frente al dolor humano, el infierno humano que es lo que nos toca vivir a muchos seres. El hermano Antonio se abrazó a su pobreza y ayudó desinteresadamente en el nivel en que se encontraba en la vida corporal, todavía así se siente en la obligación moral de reparar la labor que dejó de hacer cuando estaba en fase terrestre. Si dejamos el cuerpo y la mente que se desborde –hablo por mí– ya no hay química humana que alivie el dolor, el enloquecimiento del espíritu a través de los sentidos corporales nos sacrifica.

Al final, el único recurso en el mundo terrestre es la piedad de que los médicos humanos te inyecten y que acabe ese dolor físico para el cual no hay química humana que pueda serenar. Hablo del dolor moral y de la angustia que produce la vida cuando no hay una palanca fuerte que active con fuerza el cuerpo y la voluntad, siempre buscando lo más cómodo, lo más fácil para no reaccionar.

Esto, es lo que debemos de indicar sobre ese adormecimiento y caída de valores que se desarrolla en vuestra realidad humana y esa  falta de acción y actividad que es lo que ha generado una crisis en vuestro mundo, en la cual, cada uno piensa que tiene poder y puede arrastrar a lo que se le ponga por delante. Es la pobreza humana, solamente con la voluntad en acción y con la esperanza en el futuro se puede fortalecer la vida y encontrar caminos de salida para ese desasosiego que en la actualidad se está desarrollando en vuestra esfera corporal.

Es muy necesario el desarrollo de este trabajo renovador que debe de empezar por uno mismo y en el entorno familiar, para que ese mal estar y decaimiento no produzca esa caída de valores en la tierra. Luego, ya aquí se impone la obligación y la imposición moral de tener que volver a andar y hacer aquél camino que en su día se dejó de hacer. La ley espiritual actúa por su propio peso y lo que no se hace en una reencarnación se hace en otra, lo que es bien cierto que se hace.

Cerraré este instrumento con la ayuda del Padre, luego se sentirá mejor este médium, fortalecido en ese desajuste de energía que lo atrapa. Que la luz nos acompañe en el bello despertar de la vida cuando damos un paso más en el sendero de nuestra liberación y nos alejamos de la pesada carga humana.  Jaime

Grupo, los caminos de la vida

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