jueves, 13 de diciembre de 2012

Espacios mediúmnimicos


     
Espacios mediúmnimicos.          

El dolor moral; profunda realidad generada en los hospitales terrenos por la falta de un tratamiento adecuado, dual, en bien de la armonía sintonizadora, espíritu cuerpo en su realidad vital en los momentos cercanos al desprendimiento que el espíritu en muchos casos conocen su situación y realidad. El tratamiento químico empleado introduce al paciente en un profundo dolor moral para el cual  no tiene respuesta en el humano saber; que, ya luego fuera de las transmisiones carnales tanto cuesta depurar. Presento aquí a los amigos estudiosos de la ciencia del alma este paciente  que me toco atender en su fase terrena en contrariedad con los profesionales que le atendían con unos tratamientos químicos que en vez de silenciar el dolor induciendo al paciente a estados de serenidad; despertaba su sentir, racionalidad y ansias de vivir en aquella lozanía de su juventud, que la química empleada despertaba.  Como bien entiendo que mi comentario puede llevar contrariedad hiriendo sensibilidades, queda abierto el camino a la reflexión en los espacios de opinión que se mantienes en los caminos de la vida. En bien de un buen vivir y un mejor renacer. Vaya por delante como testimonio que da base al comentario expuesto  de un paciente que era trasportado a los centros espirituales de ajuste para liberarle de su dolor corporal estando ingresado en un hospital especializado, puntero en altas tecnologías en nuestro país. Manolo
                   
Lectura espiritual, el dolor moral

Espiritualmente cuando me trasportaban a los hospitales para limpiarme y liberarme de aquél dolor que no soportaba encontraba sosiego. Luego me llevaban a centros de reunión desde donde veía con claridad la realidad de lo que me pasaba en mi cuerpo físico y tenía conciencia de ello, incluso veía mi debilitada materia en aquel hospital, estaba atado y con un esparadrapo en la boca. La química que me suministraban producía una fuerte reacción en mi organismo que era molesta para los que me asistían y para la imagen de aquél centro hospitalario.
 Al volver al cuerpo físico volvía a entrar en la turbación humana producida por mi propio sufrimiento terrestre. Tenía que seguir allí hasta que un amanecer en un esplendor de luz  surgió el paro cardiaco, que ya había visto desde la casa Eterna. Una dura experiencia humana que había visto con claridad desde la esfera superior que me ayudo a comprender mi realidad y sobrellevar mejor mi prueba en lo humano en los pocos días que me quedaban de mi experiencia terrestre en aquél hospital.
 Ya desencarnado estuve en terapias de desintoxicación en los centros de ajuste de la conciencia en los hospitales espirituales. También me tuve que someter a un estado de liberación terreno para la superación de mi dolorosa prueba humana en los centros mediúmnimicos terrenos. Normalizado como espíritu mi primera misión fue de dar ayuda en los hospitales terrestres a los enfermos terminales.  
Espíritu Jaime,                             médium Manolo Carra


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