LA MEDIÚMNIDAD Y SU DESARROLLO
Acerco estos “primeros
pasos” en el desarrollo de mi mediúmnidad
para las nuevas generaciones sobre
un desarrollo que yo nunca me había planteado ni tampoco lo deseaba ya
que me rompía el sendero de mi vocación artística iniciada desde niño al lado
de Francisco Asorey, mi maestro en la escultura y desde mi primer momento de mi
desarrollo mi guía espiritual, a él mi gratitud como a todos los espíritus que
me han ayudado en mi desarrollo.
LOS PRIMEROS PASOS.
1 – 2 – 3
Al acabar de comer sentía cansancio, allí mismo como estaba apoyé la
cabeza sobre los brazos que los tenía encima de la mesa, me sentía
agotado, extraño y no tenía ganas de ver
ni de hablar con nadie, dormitando allí sentado estuve más de una hora, me sentía
molesto y me levanté, el aturdimiento seguía en aumento y me acosté en la cama
que había dormido aquella misma noche. Ya la tarde caía y la médium me hizo el
test, ya desde un principio rodé por el suelo, en aquellos estados de
sensibilidad lo más insignificante se sentía y cortaba la fluidez.
Me daba cuenta que penetraba en un campo de conciencia muy distinto,
dilatado, desconocido, todo lo que sucedía en mi interior eran como nuevas y
desconocidas sensaciones. Al caerme al suelo sentí la reacción que tuvo mama en
su interior, a pesar que no había palabras sentía sus reacciones interiores y
ello me hizo volver a la conciencia humana.
Ya finalizado el ejercicio Munda indicó que no me podía desprender todavía
de la materia que faltaba un mayor adiestramiento y ajuste. En la prueba
sentí mucho frío que me corría por todo
el cuerpo y me producía temblores.
–Le pregunté a la médium si lo
que me estaba pasando no podía ser un problema de personalidad, algún desajuste
cerebral que nada tuviese que ver con el desarrollo espiritual.
–El médium cerró los ojos y
mantuvo cierto silencio y de manera determinante dijo que no –remarcando– que todo lo que me estaba pasando partía del
espíritu. Allí todos hablaban a la vez y decidí no hacer más
comentarios. Salí al exterior para tomar un poco de aire fresco de la tarde y
despejarme, vi a Jaime sentado en un banco de piedra que estaba debajo de un
nogal, me senté a su lado y estuvimos hablando sobre los test y como él los
veía desde donde se encontraba. Me hizo comentarios importantes relacionados
con las atmósferas que se formaban en el momento de hacer las pruebas,
comentaba Jaime la falta de sensibilidad y conocimiento que había en la mayoría
de la gente que estaba alrededor del médium.
–Me di cuenta que no quería hacer comentarios que había algunas cosas
que interiormente le arañaban. En silencio permanecí a su lado al comprender
que necesitaba estar solo y me levante para marchar.
–Ya había dado unos pasos y me llamó para indicarme que por su parte
tendría un completo apoyo. Un dolor muy profundo pude ver en el interior de
Jaime desde que yo había empezado con mi desarrollo espiritual, algo que
realmente parecía que le condicionaba y reducía, necesitaba meditar en soledad
y me introduje en el bosque.
Aquella noche volvía a dormir en la casa del Bolet, en donde estaba el
centro espírita, pude dormir mejor de lo que esperaba a pesar que tuve algunos
sobresaltos, al abrir el día me levante y ya el grueso de la gente estaba con
sus faenas; pude ver que había como cierta tensión en algunas personas, habían
surgido contrariedades por la noche que yo desconocía.
Aquella mañana me hizo otro test
distinto, para ello utilizo un papel de fumar para medir el grado de magnetismo
que yo tenía, ya de inicio fui a parar al suelo perdiendo el control
consciente. El médium con una mano manejaba mi cuerpo, incluso en momentos sin
ningún contacto físico. Ya finalizado el ejercicio y en la fase de descanso el
médium indicó que hubo un importante
desprendimiento de la materia, estuvo hablando de experiencias que había vivido
en su desarrollo indicando que se podía
levantar un cuerpo del suelo solamente con el contacto o con la fuerza de la
mente. Sobre aquello yo no tenía ninguna duda y comprendía que tenía
buenas cualidades como médium sobre todo en lo relacionado con la parte más
corporal. También comentó que quedaba
rendida al acabar las pruebas que me estaba haciendo.
Yo experimentaba que al hacerme las pruebas se abrían desconocidos
caminos y se penetraba en unos estados extrasensoriales desde donde se podían ver nuevos y
desconocidos acontecimientos presentes y pasados, incluso futuros y con
bastante claridad, era como un penetrar
en el tiempo pero dentro de una dimensión diferenciada de la marcada por los
sentidos corporales, no pensaba en un nuevo sentido si no en la sensible
prolongación de los ya conocidos pero liberados de las mordazas que produce las
influencias corporales.
La tensión de la mañana se endureció aumentando por la tarde a la hora de marchar cuando se
preparaban las cosas. En medio de aquél estado de dureza entraba el médium en trance para unos
trabajos curativos, ya acabadas las consultas sobre salud tuve una consulta con
el maestro celestes que indicó –que no se dejaran una semana los trabajos
que en las condiciones que estaba eran favorables a que surgieran
perturbaciones, alucinaciones y presencias se despidió el guía, pasó la
portera para cerrar el médium y volvió a
sus estados normales de conciencia.
Cargué el coche y con noche me marche de la casa del Bolet, ya en mi
casa sentía una fuerte turbación y me sentía en estados de conciencia
cambiantes, un extraño y desconocido estado de ira me poseía de manera alterna.
A pesar del sufrimiento que estaba pasando en mi prueba material todavía podía
mantener un autocontrol por lo menos en mi desarrollo físico. Todo iba cogiendo
una dimensión que yo no contaba con ella, también la desconocía en su
totalidad.
Al día siguiente tuve que ir al
bosque para continuar con el trabajo comercial y me costaba darle camino y
solución. Fue un día muy extraño, diferente, algo comprendía que estaba
cambiando en mi interior como nunca me lo había podido imaginar, en general
tenía conciencia quedando anulada la voluntad, tampoco tenía ninguna sensación
de interés o de deseo, me era indiferente todo proceso o causa que pudiera
tener modificaciones en el desarrollo de mi vida. Comprendía que en muchos
momentos yo no controlaba mi voluntad haciendo cosas que por lógica
conocimiento y moral rechazaba, me costaba dar solución a las cosas y aquello
que había hecho a lo largo de mi vida por oficio rutina o conocimiento me
costaba hacer, incluso había momentos en que desconocía mi propia identidad.
Jaime me prestaba ayuda en todo momento tenía comprensión con mis estados
alterados y cambiantes y siempre estaba a mi lado con su voluntad de entrega,
pendiente de darme ayuda. Año 1.973
No hay comentarios:
Publicar un comentario