Mientras
haya quienes busquen y se entreguen a la luz abra personas con una sombra que
parecerá seguirlas. Cuando se logre modificar la imagen, de suerte que sea
evidente que la sombra es tan solo un obstáculo interpuesto entre ellos y la
luz, abra un renacer en el desarrollo personal y un despertar del alma en su
luz.
LA MEDIÚMNIDAD Y MISIÓN
Era una
hermosa mañana de sol y había salido al jardín para relajarme y meditar, coger
fuerzas y continuar con la labor diaria. No había empezado con la relajación y
suena el teléfono, era Vea, una compañera del centro espiritual que llamaba pidiendo
ayuda para una mujer muy necesitada que ya conocía de algún tiempo atrás, se
sentía muy mal y me pedía si la podía atender.
Le indique
que podían venir que las esperaba.
Dejé todo lo
que estaba haciendo y al poco rato llegaron, aquella mujer que acompañaba a Vea ya la conocía, la había visto un par de
veces.
Me relaje,
pedí ayuda, cerré los ojos para visitarla espiritualmente y pude ver que estaba
completamente turbada y poseída. Videncié
su entorno y vi a su alrededor a su madre que todavía estaba en materia
y con la cual le iban mal las cosas.
–Le pregunte
si tenía problemas con su madre que veía como una contrariedad.
–Me indicó
que sí, Antonia –que así se llamaba–. Se había quedado sola, su madre cada 15 días iba a la casa de un hijo y con
ella tenía muy mal vivir.
Me indico
que ella estaba en tratamiento psiquiátrico y en aquellos momentos estaba
sometida a un tratamiento químico fuerte, en su bolso llevaba –que me enseño– un
amplio surtido de medicamentos que tenía que ir tomando a lo largo del día.
Comprendí
que necesitaba una atención mayor la mujer que visitaba y las lleve a las dos
mujeres a la sala en donde hacía el trabajo mediúmnimico para que hubiese más
intimidad, volví a hacer una lectura y la vi acompañada, le hice una limpieza y
aquél ser que estaba a su lado se retiró
y Antonia entro en un estado de llanto y tristeza.
El espíritu
que la acompañaba era una hermana suya que había fallecido de cáncer unos años
antes. Interfería para que Antonia eliminara aquellos resentimientos que tenía
con su madre y hubiese un acercamiento en lo humano, en aquellos momentos que
la madre se había quedado sola.
Aquella
manifestación la recogí mentalmente. También pude comprobar que aquella mujer que
visitaba tenía un buen caudal de fuerzas psíquicas y mientras no le diese una
salida se iba a encontrar aprisionada y mal.
La limpieza que
le había hecho espiritual y un simple comentario de su situación y realidad despejaron
y relajaron a aquella buena mujer que se
fue sintiendo más consciente y alegre.
–Antonia me
indicó que iba a tener un acercamiento
con su madre que por problemas con otro hermano la había llevado a una
total separación.
Envuelta en
gratitud Antonia saco la cartera y dinero de su interior para pagar los servicios.
–Le indique que la manera de pagar era ayudando a
los demás, que ella tenía capacidad para hacerlo, además era su misión, en una
entrega de caridad al necesitado.
Antonia se
emocionó y empezó a llorar, me abrazó y besó llena de gratitud. Ya más relajada
y con una sonrisa en sus labios y una expresión luminosa en su cara abandono mi casa al encuentro de aquella
verdad que empezaba a rebrotar en su
corazón.
Manolo Carra
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