lunes, 4 de julio de 2011

En misión de ayuda

Os cuesta mucho creer en la escuela física de los hombres, comprender que el maestro es el que tiene la sabiduría y toda enseñanza tiene un valor superior. Huir de la ilusión que os produce vuestros sentidos corporales que enturbian vuestras mentes y dificulta la entrada en el camino de la realidad trasformadora.


                        Nº 1393-J. Lectura.   Jaime

                        En misión de ayuda

Ya estoy en vuestra situación y realidad humana, vengo de muy lejos para cerrar esta puerta. Lejos para vosotros con cuerpos y mentes pesadas, materiales. Para nosotros es distinto, al ir evolucionando el tiempo va cambiando de dimensión como las distancias, todo se dilata  al ir subiendo peldaños y una mayor claridad se manifiesta para nuestros sentidos. Lo mismo que sucede en vuestro mundo corporal si estudiáis y liberáis carga, si os alejáis de aquello que no es vuestro, que habéis cogido prestado para hacer un trabajo en la realidad corporal y ya finalizado el trabajo lo tenéis que volver a dejar. 

Los egoísmos y apegos no es una condición de la materia, es de vuestras imperfecciones y en cuerpo físico las tendréis que depurar. Luego, voluntariamente ayudaréis a otros hermanos en esos caminos de la depuración interior, de ayuda y de amor

He vuelto a mi trabajo de los primeros años de mi llegada a la casa eterna, en mi última materialidad. Al trabajo de enfermería, recoger a los hermanos, ayudarles, darle consuelo y sendero. En esas luchas despiadadas que tenéis los humanos por imponer un orden, establecer un dominio. Es un trabajo de enfermería espiritual que tenemos que hacer los que conocemos la esfera del sufrimiento en vuestra realidad corporal y nos quedan partes que depurar.

Si queremos evolucionar y subir un peldaño más en el camino de la evolución. Poco a poco tenemos que hacer el sendero, todo aquello que se deja de hacer en la tierra lo hay que hacer en la vida espiritual, a la vez, prepararse para reencarnar y depurar nuestros errores. Por esto he tenido que desplazarme a estos lugares de luchas terrenas para hacer esta labor para la cual yo mismo pedí autorización para hacerla, dado mi deseo de evolucionar.   

 Dado el trabajo realizado de caridad en las dos esferas y los años pasados en los centros de estudios espirituales, ya mi misión  es distinta. Esto ya lo indiqué en otros momentos, ahora debo cerrar esta puerta para seguir dando apoyo a estos hermanos necesitados, que siga la ayuda en la zona espiritual, ya que a los humanos os cuesta dar ayuda si no tenéis intereses. Una labor que conozco bien dado el fuerte sufrimiento que tuve que pasar en la zona humana.

¿Cómo ves la situación ahí, en esos lugares?

 En los hermanos que desencarnan ya tienen una conciencia de la situación desde antes de tomar materia. Cuando tenemos que tomar materia por expiación y si no estamos lo suficiente preparados se produce como un oscurecimiento zonal de los sentidos, luego, ya de vuelta se hacen los análisis de aquella labor. Comprendemos aquella realidad que por la ley del progreso y nuestra vagancia humana nos ha sido impuesta.

Ya os indique mi deseo de reencarnar en la India para adelantar en mi trabajo. No me ha sido permitido, no estoy preparado. Antes tengo que hacer un adelantamiento en estas misiones que ahora me ocupan, más liberado volveré a tomar materia en vuestra zona y seguir mi sendero. Si veis estas luchas con mente humana  son tragedias, a la luz espiritual encontraréis consuelo y vuestra ayuda será más positiva. ¡Qué representa una materialidad frente al proceso eterno!

Cerraré esta puerta, vosotros podéis seguir mentalmente dando apoyo para que las esferas de la zona terrestre tenga un poco mas de fortaleza y dé ayuda a estos hermanos recogedores que son un equivalente a los  enfermeros en vuestro mundo corporal. Se dedican a recoger a los que desencarnan y llevarlos a los centros de rehabilitación para que vayan tomando conciencia de lo que ha pasado y de la realidad en que se encuentran.

        Jaime, moderador en las dos esferas

  Grupo, los caminos de la vida. 







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