lunes, 8 de octubre de 2018

En la encrucijada de los sentidos

 
 
Conocí a la hermana misionera al salir de la clausura, antes de marchar a Brasil en los años 60. Las emociones, en las encrucijadas de los sentidos nos separó, en una misión que teníamos pendiente que se pudo  realizar muchos años después al desencarnar  en  Brasil, ya con la colaboración de esta hermana ya desde la casa eterna…, mi gratitud por su amor y entrega que a través del tiempo no se oscureció.
 
En la encrucijada de los sentidos
 
  Qué inmensidad de luz, que manifestación de amor hay en esta asamblea espiritual para complementar y dar fuerzas a estos trabajos que realizáis con tanta entrega y  amor. Cuando hay entrega hay amor, siempre, la luz se manifiesta en el sendero a seguir aceptando la prueba a desarrollar en el plano en que estáis. Hay una alineación en espacios paralelos en los cuales las sintonías de amor se manifiestan y llega a vuestro pecho una luz, un despertar que fortalece y pone vida esperanza y consuelo en todo el dolor y tristeza de las pruebas humanas.
 
A través de la entrega siempre brota una luz… Que el Hermano Jesús  con su profundo amor me permita el gozo de daros la ayuda que pedís sobre esa hermana enferma ingresada en un hospital, en mi misión de servicio en enfermería espiritual…
 
Preparar estos trabajos, a través de ellos sentiréis la luz en un despertar de amor que os ayude a llevar la prueba terrena  y os de fortaleza, os ponga en el camino que tenéis que seguir, si hay entrega siempre será de luz y de amor. Toda mi gratitud todo mi cariño en el dulce recuerdo de una realidad vivida que dio luz a mi vida pero produjo dolor en mi corazón.
 
Siempre con esperanzas has estado  en mi alma y en momento del desprendimiento se ha proyectado esa luz  para complementar mi labor terrena y también ampliar en el sentir espiritual en un amor liberado de toda presión, de todo deseo, en un encuentro de luz y de entrega.
Ahora pasará otro hermano, que también tuvo una dura experiencia en lo humano, a cerrar el instrumento y poner un beso de amor en la dura lucha terrena que tanto le hizo sufrir. Todo mi cariño y la entrega de mi amor.
Espíritu, hermana misionera.  Médium, Manolo Carra.
 

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