Qué luz...!

Si todo el que tiene forma humana se entregase en su misión de crecimiento interior, la humanidad entera estaría en la vía de su desarrollo espiritual.

Nº 1.496-J. Lectura.  3 de diciembre de 2.011 

¡Qué luz…! Que reacciones más potentes llenas de verdad  de energía y de amor que en estos momentos lo impregnan todo abriendo lágrimas de emoción en el corazón del espíritu. Es un hermano evolucionado que dedicó su vida terrena a la caridad  espiritual llevando el mensaje de amor a muchos lugares de la tierra.  Ya desde aquí –del Hogar– sigue la misión fortalecido por la energía espiritual para hacer llegar a la tierra el bálsamo reparador para el fortalecimiento en los hombres en su misión de entrega con amor y misericordia.

Es un espíritu muy elevado que vienen sus enseñanzas de muchas reencarnaciones atrás; un espíritu de conocimiento que dedicó su vida a la caridad de los más necesitados. No quiso recibir compensaciones económicas, pero sí, tuvo el tesoro de la riqueza espiritual que dentro de la pobreza humana  fue un manantial de luz y de consuelo para el sufrimiento de los hombres en muchos países de la tierra. Es una gran verdad espiritual que debe de ser alimentada para que el hombre encuentre senderos de consuelo y pueda seguir el camino de su verdad interior. Viviendo con intensidad esta verdad de amor que es la que define la vida, sin esos egoísmos humanos que son los que producen el grueso de los sufrimientos que padecéis en vuestro mudo terreno, y, que luego repercuten en la población espiritual. ¿Tienes algo que consultar sobre esto hermana?

 –Pues sí, yo siempre fui partidaria de hacer las cosas por caridad, nunca hemos sacado ningún beneficio  de esto; este trabajo a parte del fortalecimiento en nuestra unión y el encuentro con nuestra misión nos trajo a este médium y a mí mucho dolor, tuvimos que derramar muchas lágrimas. Tú que has ayudado al médium y has estado sentado en este lugar que ahora ocupo yo…, conoces muy bien lo que te indico…!   

Ahora hablo para vosotros hermanos corporales  y también para la reunión de estos hermanos que a pesar que no tienen materia están atrapados a ella y les cuesta comprender estas indicaciones, tenemos que conducirlos a través de la mediúmnidad para que puedan comprender su situación real y desprenderse de aquello que es de la tierra y en ella debe de estar.

Es un aprendizaje que traigo de mi misión terrena al lado de este médium; desde que desencarné siempre he estado a su lado,  y aunque parezca extraño dado los planos diferenciales en que nos encontramos lo sigo estando. Lo que hace falta es esa entrega de amor, ya el paso del tempo nos enseña el sendero que debemos de seguir para encontrar esa luz resplandeciente, como bien ha indicado el hermano superior que ha pasado y ha dejado una estela de luz.

Debo cerrar este médium para seguir con esta labor espiritual que da tanto consuelo, y a la vez, nos abre caminos de esperanza en el sendero de nuestra evolución.

Espíritu Jaime, moderador en las dos esferas

Grupo, los caminos de la Vida