En
la nebulosa del tiempo
En
lo limitado de mi tiempo lineal, buscaba motivos, causas, que pusieran un poco
de orden, ritmo y realidad a la experiencia humana que me estaba tocando vivir
en unos momentos de profundos cambios en lo humano y de fuertes vibraciones
emocionales que me llevaban a indagar, ahondar en vivencias pasadas para
encontrar el arranque, el complemento, el punto de apoyo que me llevase a
realizar misión en esta mi presente realidad.
La
huella del pasado tomaba realidad en el vibrar del corazón en unas fuertes
reacciones de amor y entrega que bien sabía que tenía que complementar…,
además, con otra persona también atrapada en la misión de continuidad
espiritual en un vibrar de su espíritu por un amor de entrega incondicional.
Ya
llevaba días que la sintonía y el vibrar cogían fuerza en el orden espiritual,
ya el cambio estaba en el astral…, ello
me condicionaban a la hora de encaminar, dar sendero al cambio que planteaba la
propia –mi realidad– y la del ser con
quien lo tenía que complementar que, en el queda el deseo de quererlo
manifestar…
Por
la tarde me había entregado en ayuda espiritual, como es mi misión en la
actualidad. Las resonancias del nuevo sendero me limitaban y obligaban a
ahondar, meditar, salir de la nebulosa en la cual me sentía atrapado en mi
propia realidad. Eran días de cambios en mi desarrollo material, al nuevo día
tenía que emprender una nueva misión y necesitaba descansar, tome un poco de
alimento y me acosté…
No
podía dormir, en mi mente se manifestaba aquél amor y aquella mujer con la que
tenía que complementar misión en la presente materialidad, un tramo que
quedaba pendiente de reencarnaciones atrás. Hice una profunda
relajación y me entregue para indagar en regresiones, descendí profundamente y
pude entrar en dos experiencias pasadas, en una me encontraba en un mercante
navegando, era un viejo barco del siglo
15 o 16. La otra experiencia era del siglo 18, me encontraba en una granja con
animales.
Nada
de lo que buscaba pude conseguir, pero, sí, tuve una hermosa enseñanza que bien
conocía y me volvió a hacer meditar, que la ansiedad es un mal aliado para
indagar en el mundo espiritual, ya que todo surge en el momento que tiene que
surgir y si lo aceptamos nos conduce,
del contrario, nos arrastra a la inevitable realidad que como humanos tenemos
que desarrollar.
Manolo