Sois uno en el
conjunto de la totalidad con sus particulares manifestaciones; vuestra mente
consciente no puede captar este
hecho..., le cuesta aceptarlo. Vuestro corazón nunca dejó de estar en esa
realidad de la totalidad.
Los
lazos con el pasado.
Por la mañana,
ya en total recogimiento, en el centro espírita se volvía a hacer caridad espiritual. Ya
reunida la gente del grupo de apoyo y hecho los preparativos y la elevación el
médium entraba en trance. Pasó la portera para iniciar la sesión y abrir
puertas, luego empezaron a pasar espíritus,
algunos estaban relacionados con la gente que allí se encontraba y
aquello hizo brotar la emotividad y el llanto en alguno de los asistentes.
Luego se manifestó un espíritu que se presentaba con fuerza, proyectando,
incluso, un campo visual de su energía.
Yo comprendía
que era un ser elevado, no hablaba, pero hizo señas con las manos como si
quisiera comentar algo. Tuve el instinto que tenía cierta conexión con aquél
espíritu que proyectaba un fuerte magnetismo. A la vez, en la gente del grupo
surgió una esplendorosa calma y el ser que se manifestaba hizo un despejo para
toda la gente del grupo que en entrega de caridad allí se reunía. Una profunda
serenidad envolvió a toda la gente reunida, al retirarse aquél ser espiritual.
Pasó el guía
consultor para hacer la consulta final y cerrar el médium. Jaime, que había
permanecido muy atento a las manifestaciones y su contenido le preguntó al guía
sobre el esplendor de aquél ser que había pasado. – ¿Es algún guía espiritual y nos trae alguna misión?
Señalo que no el guía espiritual. –Es
un hermano que ha sido obispo en su
última materialidad, tuvo relación con un hermano que está en la reunión. Le ha
bendecido algunas esculturas que ha hecho. Entendía todo lo que se le decía pero
en aquel momento no se podía manifestar con la palabra. Siguió la sección
mediúmnimica de consultas y atención curativa; ya finalizada la sección de
caridad, paso la portera para cerrar la
médium.
Al volver a su
realidad consciente la médium, se
encontraba que le dolían las piernas y tenía como un impedimento para andar, se
le dio ayuda y al poco rato se normalizó. Mientras reflexionaba que en mi juventud había hecho
unas esculturas para la catedral de una ciudad del norte, también unos
evangelistas en alto relieve para la cúpula de una iglesia de nueva
construcción de aquella ciudad, todo
aquello lo había bendecido el obispo de la zona. Era un hombre que estaba en
una silla de ruedas debido a una parálisis. Por unos momentos en la pantalla de
mi mente iban pasando imágenes de aquellos lejanos tiempos, intensos y llenos de contenido, con el
indicativo de un espíritu que me relacionaba
con mi pasado, a la vez, manifestaba la
sobre vivencia del espíritu sobre el cuerpo físico. Estaba yo muy lejos de
comprender en aquellos tiempos el rumbo que iba a llevar mi vida, en unos
momentos de tantas ambiciones por mi ideal artístico y el logro de la fama y glorias terrenas. Pero, sí, había tenido una
hermosa enseñanza que manifestaba continuidad
en el desarrollo de la vida más allá de las envolturas corporales y ambiciones
de los hombres. Mi profunda gratitud por la enseñanza recibida. Manolo
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