Hermanos
amados; inspirar siempre a vuestros sentidos la alegría y el deseo de percibir
las zonas de luz; pero abandonaros a toda expectativa respecto al modo en que
se va a desarrollar. Sucederá, si os abrís en aceptación.
LUZ EN EL INTERIOR
Estáis más
unidos espiritualmente los humanos de lo que pensáis, incluso más cerca que con
los humanos, pero hay una línea divisora que se va
superando a través del desarrollo personal. Liberando cargas de intereses,
abriéndose a la unidad de conjunto, se va integrando al sentir en la afinidad
espiritual.
Ya que el
proceso evolutivo seguirá con la materia o sin ella, en la hermandad fraterna,
en ella iréis superando situaciones en una realidad de transformación que emana
de la fuente del Creador, todas son fases de continuidad en el desarrollo
terreno. Fuertes energías sacuden a
vuestra naturaleza y al sentir del
hombre en esos planos tan materializados en los cuales se debaten los egos
humanos por intereses temporales olvidándose de esa verdad del alma que se
impone por encima de toda temporalidad.
Esta
manifestación es también para la reunión espiritual y para vuestro desarrollo,
en esa consulta que hacéis. Es el mundo en que estáis que vais siempre a lo inmediato,
a lo posesivo. A aquello que para vosotros es determinante. Os hacemos llegar
información pero vuestro estado de
conciencia muy a menudo no lo canaliza, pero el espíritu sí. Es una labor de
aprendizaje que se va consiguiendo a través del proceso continuador en lo
humano y espiritual y en otras materialidades
hasta alcanzar esa liberación en
la cual ya no os ata nada de lo inmediato ni de la realidad material en la cual
os encontráis.
Los humanos
en el plano existencial en que estáis si
no fuera por las dificultades y por las informaciones que os vamos haciendo
llegar del plano espiritual, cada vez abría más ego, mas tensiones, traiciones,
desengaños, más dolor y enfermedad. La tierra es un lugar primario a través del
cual hay que depurar limpiar esos egos que son los culpables de vuestros
sufrimientos y mal estar, en esa
ambición continuada de poseer y de dominar.
Me retiraré para que pasen estos hermanos a dar continuidad a este
trabajo de amor a través del cual se abren senderos de esperanza en una labor
de continuidad en el desarrollo espiritual.
Espíritu Francisco